Antigua y moderna a la vez, Atenas fue la cuna de la democracia y todavía hoy es una ciudad fascinante en la que siempre parece estar cociéndose algo. Desde la cima de la imponente Acrópolis con sus templos al eclecticismo y los grafiti del barrio de Exarquía, hay tanto por ver que te costará elegir. Hoy te ponemos las cosas fáciles y te damos algunas claves para que disfrutes de la capital de Grecia como lo merece.Si tienes poco tiempo o estás planeando una escapada a Atenas, hay algunos rincones que no te puedes perder por nada del mundo. Cosmopolita, vibrante y milenaria, sus calles están llenas de historia y de terrazas en las que los atenienses hacen vida. Antes de irte, toma nota. Aquí van 13 lugares estupendos que ver en Atenas.
La Acrópolis
Una de las maravillas del mundo, la Acrópolis de Atenas es un icono y uno de los testimonios de la Antigüedad más importantes del mundo. A pesar de los andamios que adornan algunos de los edificios, el Partenón sigue fascinando a generación tras generación. Este gran templo corona la colina que hay en el corazón de la ciudad, desde la que domina el paisaje y controla la vida a sus pies. Disfruta de la ascensión con la calma que merece el momento. Respira la historia que invade a este lugar e imagina a Pericles proyectando los grandes edificios a tus espaldas. Cruzar los propileos, admirar la perfección de las columnas del Partenón al atardecer o soñar con la belleza marmórea de las cariátides. Te parecerá que has viajado en el tiempo. Un consejo: ve o muy o tarde, para evitar aglomeraciones, y lleva calzado cómodo.
Plaka y Anafiótika
Plaka es conocido como “el barrio de los dioses”, seguramente porque es el más antiguo de Atenas. Pero también muy posiblemente porque es uno de los pocos que conservan la esencia mediterránea de una ciudad en la que abundan los edificios de cemento. Sus callejuelas estrechas sobre las que cuelgan buganvillas son un pequeño placer. Algunas zonas son muy turísticas y suelen estar abarrotadas pero, como siempre, si te sales de la ruta turística, podrás disfrutar de la calma y la autenticidad de la ciudad como un ateniense más. Es un pequeño laberinto, así que si te pierdes, disfrútalo. Una parte de Plaka es Anafiótika, una zona de casas encaladas y ventanas azules que te hará sentir como si estuvieras en una isla griega. Tiene un encanto especial.
Museo Arqueológico Nacional
El Museo Arqueológico Nacional es un mundo aparte en el que podrías pasar un día entero sin que ni te dieras cuenta. Es una de las instituciones dedicadas a la historia antigua más importantes del mundo y un lugar de visita casi obligada aunque los museos no sean lo tuyo. Con más de 11.000 obras de arte clasificadas en 7 colecciones tendrás que planificar bien la visita. No intentes verlo todo y céntrate en las piezas que más te llamen la atención. Si no sabes por dónde empezar la máscara de oro de Agamenón es un buen punto de partida.
El Templo de Zeus Olímpico
Situado en la parte llana de Atenas, los restos del templo dedicado a Zeus Olímpico todavía hoy impresionan. Esta maravilla es el templo más grande de Grecia y tardó en construirse la friolera de 700 años. Llaman la atención sus gigantescas dimensiones aunque de sus 104 columnas corintias sólo quedan en pie 15. En un día de sol, las vistas de la Acrópolis desde aquí, más allá del arco de Adriano, son toda una visión. Siéntate un rato e intenta imaginar cómo debía ser cuando colocaron la enorme estatua de Zeus en su interior.
Monastiraki
Monastiraki es uno de los barrios más bulliciosos de Atenas pero eso no le resta ninguna gracia, todo lo contrario. Con calles que se cruzan y se mezclan a los pies de la Acrópolis es fácil adivinar la mano que tuvieron los otomanos y los bizantinos en su construcción. Es un buen lugar para ir de compras, lleno de tiendas pequeñas y tentadoras como las que proliferan a ambos lados de Pandrossou. Si quieres comprar algo, prepárate para regatear.
El Odeón de Herodes Ático
Esta joya arquitectónica de la antigüedad está de camino a la Acrópolis, en una ladera de la colina. Fue construido en el año 161 por Herodes Ático en memoria de su esposa. Con una capacidad para 5.000 espectadores, todavía hoy se organizan actividades culturales y eventos en el recinto, con la ciudad como telón de fondo. Si no te da tiempo a ver ninguno, date un paseo por la mañana y admira la perfección de sus líneas y el silencio de sus piedras.
El Ágora Antigua
El corazón pulsante de la antigua Atenas era su ágora, un lugar lleno de vida donde se concentraban la administración local, los negocios, la política y las actividades sociales. Los restos de su glorioso pasado han llegado hasta hoy y es posible pasear por las calles o tocar las piedras que un día seguramente Sócrates acarició. Es un rincón de la ciudad apacible, bastante tranquilo y en el que historia y naturaleza se dan la mano. Ni se te ocurra irte sin pasar bajo el pórtico de la Stoa de Attalos o ver el templo de Hefesto, en lo alto de una pequeña colina.
Monte Licabeto
Un bosque en el centro de Atenas y uno de los lugares favoritos de los atenienses para hacer deporte o relajarse, el Monte Licabeto también ofrece algunas de las mejores vistas de la capital griega. Con sus 278 metros de altura, en la antigüedad lo coronaba un templo dedicado a Zeus, pero hoy hay una pequeña iglesia bizantina y un restaurante, además de un teatro al aire libre. Una de las mejores maneras de subir es con el funicular que lleva hasta la cima en pocos minutos. Pero si te apetece dar un paseo, sus senderos son una bocanada de aire fresco.
Museo de la Acrópolis
Justo a los pies de la colina de la Acrópolis se alza el fascinante e impresionante nuevo Museo de la Acrópolis. Se inauguró con pompa en 2009 y es todo lo que se podría esperar de él. Diez veces más grande que su antecesor, el Museo de la Acrópolis expone los tesoros rescatados de la colina por los griegos además de piezas que otros museos les han devuelto para que se expongan en el contexto adecuado. Este museo moderno es un viaje a la historia de la antigua Atenas que parece flotar sobre las ruinas de la antigua ciudad. Si te da el hambre, sube al restaurante porque las vistas son espectaculares.
Mercado Central de Atenas
El Mercado Central de Atenas (Dimotiky o Kentriki Ágora, en griego) es uno de los más concurridos de la ciudad y un buen lugar para comprar (y degustar) productos gastronómicos locales. Entre puestos de deliciosas aceitunas kalamata, frutos secos, queso feta, yogur, carne y pescado será imposible que no se te haga la boca agua. Y para matar el gusanillo no te vayas sin tomar algo en alguno de los restaurantes del sótano.
Ágora Romana
A pocos metros de su homónima griega, el Ágora Romana fue el centro de poder y control por parte de Roma en Atenas y sigue enamorando. Cruza la espectacular puerta de Atenea Archegetis con sus columnas dóricas, alucina con la Torre de los Vientos, un antiguo reloj hidráulico del siglo I AC y los majestuosos restos de la Biblioteca de Adriano. ¡Te va a encantar!
Plaza Sintagma y cambio de la guardia
La plaza Sintagma es el centro neurálgico de la ciudad, seguramente porque en uno de sus extremos está el neoclásico edificio del Parlamento griego. Si llegas a la hora en punta y te apetece ver algo curioso quédate y observa la peculiar ceremonia del cambio de la guardia de los euvzoni (Guardia Nacional) que custodian el monumento al soldado desconocido. Ataviados con unos uniformes bastante pintorescos (zapatos con pompones y falda plisada incluidos) y haciendo unos movimientos que ya querría más de un bailarín dan todo un espectáculo. Ya que estás, haz como los atenienses y siéntate en esta bulliciosa plaza a ver pasar a la gente. Si te aburres, siempre puedes ir de compras.
Arte urbano en Exarquía
El ecléctico barrio de Exarquía es el bastión anarquista de Atenas y un lugar interesante si quieres ver por dónde se mueven los atenienses jóvenes o disfrutar de arte callejero. Además de ser donde se produjeron la mayor parte de disturbios durante los primeros años de la crisis, las calles de esta barriada están llenas de grafiti que demuestran la creatividad de los artistas urbanos locales. Su carácter bohemio es perfecto para que te tomes un café (griego, por supuesto) y a charles con los locales.
El articulo original lo encuentran en la pagina de SKYSCANNER.ES .