El ano pasado en agosto, decidimos ir a Granada y Sevilla. Siempre hemos querido visitar Alhambra y, con la llegada de mis padres, decidimos que es la ocasion perfecta para viajar y conocer estas dos ciudades. Hoy os voy a hablar del simbolo de la capital granaina. Una ciudad palatina situada sobre una de las tres colinas existentes al norte de Granada, domina la ciudad desde una altura de 100 m. sobre ella: La Alhambra de Granada, que es ni mas ni menos el monumento mas visitado de España… por algo sera!
La Alhambra, denominada así por sus muros de color rojizo («qa’lat al-Hamra’», Castillo Rojo), está situada en lo alto de la colina de al-Sabika, en la margen izquierda del río Darro, al este de la ciudad, frente a los barrios del Albaicín y de la Alcazaba. Su posición estratégica, desde la que se domina toda la ciudad y la vega granadina, hace pensar que existían construcciones anteriores a la llegada de los musulmanes. Su conjunto, completamente amurallado, posee una forma irregular limitado al norte por el valle del Darro, al sur por el de la al-Sabika, y al este por la Cuesta del Rey Chico, que a su vez la separan del Albaicín y del Generalife, situado en el cerro del Sol.
Las visitas a la Alhambra pueden ser eternas, pues nunca se llega a descubrir todos los rincones que esconde, puedes pasear por ella durante días y aún así, quedarte con ganas de más.
El labor de conservar lo que tienen, hace que las visitas a La Alhambra sean limitadas y es necesario reservar y comprar las entradas con anterioridad. Hay varias opciones de entradas. Nosotros hemos comprado la visita Alhambra General que permite el acceso a todos los espacios visitables del Monumento: Alcazaba, Palacios Nazaries, Generalife, Palacio de Carlos V y Bano de la Mezquita. Toda la informacion sobre las entradas, o de donde pueden comprar encuentran en la pagina oficial del Patronato de La Alhambra. Al entrar por las puertas de La Alhambra descubrimos una pequeña y encantadora ciudad. En ella, actualmente, podemos encontrar casas, tiendas, jardines, una iglesia, algunos establecimientos y como no, sus construcciones más representativas. Todo ello unido en una perfecta armonía.
Esta armonía se ve reflejada, tanto en la diversidad de estilos de sus construcciones, tan dispares como el nazarí de sus palacios y el renacentista del Palacio de Carlos V, como en las personas que hoy en día pasean por sus calles, una mezcla total de razas y nacionalidades, personas venidas desde todas las partes del mundo para disfrutar de esta fascinante ciudad palatina.
Cuando Carlos V llegó a La Alhambra, entendió perfectamente lo que sus abuelos, Los Reyes Católicos, habían querido hacer con aquel lugar. Supo porque su abuela se empeñó tanto en mantener La Alhambra en pie para convertirla en una especie de icono de su victoria sobre los musulmanes. Decidió entonces Carlos V levantar allí su palacio, respetando en la medida de lo posible todo lo ya construido.
Empecemos por ahí, por el Palacio de Carlos V. Este palacio es una gran obra de arquitectura renacentista, lleno de simbología y con algunas características que lo hacen único en el mundo. Una de sus características más simbólicas es el contraste entre su planta cuadrada y su patio circular. Con esto, Carlos V quiso mostrar el avance de la humanidad a la hora de entender el planeta Tierra, reflejando el paso desde que en la antigüedad se creía que la Tierra era plana, hasta que se demostró que verdaderamente era redonda.
Las opiniones acerca de este palacio son diversas, hay quienes lo ven como una obra maestra del renacimiento y otros que opinan que “no pega en La Alhambra”. Sea como sea, tenemos que entender que está ahí, y es algo que no podemos, ni debemos, cambiar.
Frente a este palacio encontramos la Alcazaba. Una fortaleza que se destinaba a la seguridad de La Alhambra. En ella tenía su sede el ejército encargado de defenderla. Actualmente se pueden visitar varias de sus torres, como la Torre de Vela, y contemplar desde ellas de unas preciosas vistas de la ciudad de Granada.
Como es normal, al ser La Alcazaba la parte defensiva, contaba con una decoración bastante austera. Una austeridad que contrasta totalmente con lo que encontramos en los Palacios Nazaríes.
Estos palacios eran residencia de los jefes de gobierno y el lugar en el que recibían en audiencia a quienes lo solicitaban. Por este motivo se buscaba demostrar el máximo poder posible con una decoración exuberante y de gran belleza, intentado que las personas que accedieran a ellos quedaran abrumadas al ver lo que escondían en su interior.
Durante la visita atravesaremos estancias, patios (como el de Los Leones) y salones (como el del trono) de exquisita decoración. También, desde algunos lugares de su interior podemos contemplar una bonita vista de los dos barrios mas conocidos de Granada, el Albaicín y Sacromonte.
Como en la mayoría de construcciones musulmanas, el agua está muy presente en todos sus espacios. Buscaban, con la luz proyectada en sus muros, procedente del reflejo del sol en el agua de sus estanques y con el reflejo de los edificios en el agua, conseguir una arquitectura efímera, viva y que todo se uniese en un único elemento. Al igual que el de Carlos V, estos palacios están llenos de simbología. Todos los rincones de su decoración tienen un significado.
Por último, recordar que La Alhambra va ligada al Generalife. El Generalife Ocupa las pendientes del Cerro del Sol, desde el que se abarcan toda la ciudad y los valles del Genil y del Darro. Del significado de su nombre existen distintas interpretaciones: Jardín del Intendente, del Arquitecto (alarife), Huerta del Zambrero, etc. El Generalife se convirtió en lugar de recreo para los reyes granadinos cuando éstos querían huir de la vida oficial del palacio.
Se construyó a mediados del s. XIII, y según reza una inscripción de 1319, el rey Abu I-Walid Isma’il (1313-1324) lo redecoró, lo que lo hace anterior a la construcción de Palacio de Comares, A pesar de su proximidad a la Alhambra y de su estrecha relación entre ambos conjuntos, se consideraba fuera de la ciudad, incluso estalló una rebelión en la Alhambra contra Mohamed V mientras éste se encontraba en el Generalife.
En la actualidad, el Generalife está formado por dos conjuntos de edificaciones, conectados por el Patio de la Acequia. Sin embargo, es difícil saber el aspecto original del Generalife, ya que ha ido sufriendo modificaciones y reconstrucciones durante toda la etapa cristiana, en un principio necesarias debido al estado de deterioro y abandono en que se encontraba en la última etapa musulmana, pero que posteriormente perturbaron su disposición y desfiguraron muchos de sus aspectos.
En la construcción del Generalife no podemos encontrar ningún tipo de exceso decorativo, ni grandes actuaciones arquitectónicas. Al contrario que en la Alhambra, toda la edificación del Generalife, aunque sólida, es en general muy pobre y muy simple, lo que señala el aire de intimidad y de sosiego que buscaban los monarcas al retirarse a descansar entre sus jardines. Únicamente encontramos motivos decorativos de escayola poco variados, pero de extremada fineza y buen gusto.